El MARCO CONCEPTUAL DE EVALUACIÓN DE SOSTENIBILIDAD DE PROYECTOS DE IMPACTO muestra una matriz que permite analizar a los inversionistas y/o donantes de una iniciativa cualquiera, cuán sostenible es, con base en su nivel de impacto y sostenibilidad estructural y financiera.
En el sentido horizontal cada institución debe aprender a medir el nivel de impacto y en el sentido vertical la sostenibilidad estructural y financiera, según sus propios objetivos, pero asegurándose que, ya sea con base en capital social y/o recursos financieros asignados de manera permanente, pase de ser una iniciativa a un programa permanente de impacto social. ambiental. productivo, etc.
El tránsito horizontal implica un marco de tiempo variable según la dificultad de alcanzar un impacto macro e institucionalizado, y el tránsito vertical implica pasar de un solo donante o emprendedor que impulsa la iniciativa, a una con una base más amplia de capital social y con algún grado de autonomía financiera que garantiza la continuidad del esfuerzo, más allá del compromiso de su promotor.
Una versión de este marco ha sido utilizado por Fundación AVINA, CLACDS, Fundación Viva Idea, y muchas de las organizaciones apoyadas por ellos para evaluar el avance y sostenibilidad de sus inversiones. El origen conceptual del marco proviene de Stephan Schmidheiny, quién al hacer la donación original de Viva trust indicó que, si pasado un tiempo suficiente su visión no era compartida, seguida y apoyada por terceros, seguramente era porque se había diseñado mal o no había alcanzado los niveles de impacto esperados. La atracción de otros al proyecto es la forma de medir su arraigo y sostenibilidad.
