Más de 30 personas exponiendo experiencias, ideas, conceptos y análisis fueron protagonistas del Encuentro Costa Rica para dialogar y debatir sobre la realidad del país, sus retos y desafíos y las posibilidades de la innovación en diversos campos como la economía sostenible, las migraciones, aspectos sociales, la inclusión social, la realidad económica, política, educativa, tecnológica y ambiental desde diversas ópticas.
El Encuentro Costa Rica fue realizado el 29 de junio en San José, organizado por Foros Santander y con VIVA Idea como socio de conocimiento que aportó la conducción temática.
Hacer del mundo un mejor lugar es un objetivo ambicioso, pero en el que muchas personas y organizaciones están comprometidas trabajando desde sus diferentes áreas temáticas. Oportunidades, recursos e iniciativas para alcanzarlo son parte de lo que debe generarse y buscarse en los lugares menos pensados.
Para esto, las ideas de innovación que ya están en práctica en Costa Rica se dieron cita en la décima edición del Encuentro Costa Rica, un espacio de diálogo para construir en colectivo soluciones innovadoras.
Inclusión social
La informalidad representa un desafío, pero también una oportunidad para grandes cambios positivos. “La informalidad se define como las distintas actividades económicas que se desarrollan fuera del marco legal o normativo de un país”, según la OIT.
Para Vinicio Murillo, investigador asociado en INCAE Business School moderó el panel sobre inclusión social y detalló que existen muchos requisitos excesivos que los emprendedores no pueden cumplir y se convierten en barreras. Además, continuó Murillo, existen prejuicios sobre las actividades informales y limitado acceso a financiamiento.
El panel lo integraron Álvaro Ramos, ex presidente de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y economista, Álvaro Aguilar, abogado laboralista y María Leonela Artavia, académica de la Escuela de Economía e investigadora de la Universidad Nacional.
Uno de los problemas, señaló Álvaro Aguilar es que “nuestro sistema educativo no enseña a las personas en relación con responsabilidades y derechos en torno a la formalización de actividades laborales o como empleadores”, por lo que la población no sabe cuáles son sus derechos o deberes tanto desde el lado del trabajador como del empleador.
Para la investigadora María Antonella Artavia “el horizonte del desarrollo es alcanzar el mejor nivel de vida de las personas. Pero hay una gran brecha entre población formal e informal”.
La formalización no debe darse de forma descontextualizada. “Hay que entender si la población tiene capacidad o no para formalizarse, entender también qué genera la informalidad para poder atenderlo”, aseguró Artavia.
Álvaro Ramos, tras su experiencia en la Caja Costarricense del Seguro Social vio la necesidad de la formalización para la mejor atención de la población.
En Costa Rica “los niveles de informalidad han estado congelados en los últimos 20 años”, aseguró Ramos. Tras un período de un 70% de informalidad, desde hace unos veinte años se ha estancado alrededor del 40%. En otros países la informalidad llega al 80%.
Para el economista, luego de la pandemia se evidenció una enorme oportunidad de bajar informalidad y restaurar credibilidad en las instituciones”, especialmente la CCSS.
“El gran reto de la post pandemia está en la credibilidad y confianza en los servicios de la formalidad, ´tengo que creer que recibiré esos servicios´ para que esa formalización sea atractiva. A nivel de construcción de narrativa de confiabilidad en la institución del seguro social nos ha costado, pero debe construirse en alianzas público-privadas”, sostuvo el expresidente de esa institución.
Vinicio Murillo, investigador asociado de INCAE Business School, “la informalidad es una realidad y definitivamente necesitamos del trabajo conjunto de los diferentes sectores de la sociedad para buscar soluciones y convivir con la informalidad que existe actualmente”.
Migraciones
Las razones para la migración van a ser siempre muy diferentes y por eso hay que analizarlo desde distintos puntos de vista para poder entender por qué y cómo se están dando estos fenómenos. Lo que sí puede ser igual en todos lados es la necesidad de integración para las personas que llegan.
Así dio comienzo Fernando Francia, coordinador estratégico de comunicación en VIVA Idea, quien moderó el segmento de migraciones con la presencia de Isis Orozco, coordinadora de programas en Costa Rica de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y Raquel Vargas, directora entre 2018 y 2022 de la Dirección General de Migración y Extranjería.
“El tema migratorio no es solo un desafío sino también una oportunidad” señaló Orozco y agregó que “cuando hablamos de migración creo que todos tenemos en la mente aquella persona vulnerable, que cruza de la frontera de manera irregular, que viene para temas agrícolas; pero no pensamos en aquellos profesionales capacitados que vienen por temas de beneficio laboral”.
También señaló la representante de OIM que la migración representa un 12% del producto interno bruto, o PIB, como aporte a la economía costarricense, por lo que, aunque muchas veces se invisibiliza, la migración genera valor en el país.
Por su parte, Raquel Vargas insistió en la necesidad de integración, en la realidad multicultural o binacional que viven muchas familias, que incluso tienen hijos costarricenses formando parte de la sociedad.
Asimismo, como parte de esos procesos de integración, la migración permite intercambios culturales, aprendizajes y conocimientos compartidos.
El reto está en que esa integración, señaló Vargas, se dé apegada a los derechos de las personas y de forma armónica, aprovechando las oportunidades que representa.
“Es muy fácil integrar a un inversionista en Guanacaste y es muy difícil integrar a un haitiano, que posiblemente hable muy poco español, que tiene que integrarse de la misma a la sociedad y a la comunidad que lo está recibiendo”, dijo Vargas.
Los datos más recientes muestran cerca de un 10% de población migrante en el país, lo que contrastado con el aporte del 12% al PIB muestra su aporte a la integración.
Orozco también destacó el proceso realizado por OIM, financiado por USAID, en el que VIVA Idea facilitó la búsqueda de innovación social para la integración y el mejoramiento comunitario desde la práctica emprendedora de personas migrantes y personas locales en la zona norte de Costa Rica.
Finanzas sostenibles
Cuando se habla de finanzas sostenibles hay grandes temas incluidos. Bonos verdes, inversión de impacto, filantropía, valores de Ambiente social o gobernanza, conocido como ESG por sus siglas en inglés, el apoyo a las mipymes, entre otras actividades.
Uno de los grandes retos de las finanzas sostenibles es cómo medirlas. La inversión de impacto, por ejemplo, es una forma de generar valor a partir de su impacto positivo en la sociedad.
“La inversión de impacto tiene rentabilidad financiera pero también traerá una rentabilidad de impacto que debe medirse e incluirse en los retornos de la empresa o emprendimiento”, explicó Paola Fonseca, directora de Impacto de VIVA Idea y abogada.
Fonseca moderó el panel sobre finanzas sostenibles, con la participación de Vanessa Olivares, gerente del Puesto de Bolsa del Banco de Costa Rica, Mauricio Miranda, gerente general de Fundación Caricaco y Ricardo Hernández, director legal de la Bolsa de Valores.
Para Miranda es importante realizar un cambio de paradigmas en el mundo de las finanzas sostenibles y parar de la “pura filantropía a generar oportunidades para las personas y eso implica empleabilidad, donde queremos hacer innovación social”. Explicó que están buscando desarrollar un modelo de “pago por resultados” en el sector público, específicamente del Ministerio de Trabajo en la formación y capacitaciones para la empleabilidad. Es decir, que las contrataciones que el ministerio realice paguen a los capacitadores a partir de sus resultados.
“Estamos generando un plan piloto de pago por resultados para contratar capacitaciones para la empleabilidad y así aportar a dinamizar la economía desde mayores empleos”, explicó Mauricio Miranda.
Por su parte, desde en el Puesto de Bolsa del Banco de Costa Rica, Olivares señaló que en el mundo de las finanzas sostenibles existen modelos de colocación de capital de forma temática que avanza en aspectos como bonos verdes o bonos que realzan el resultado en sostenibilidad de la empresas donde se colocan. “Cada vez más las empresas van incorporando finanzas sostenibles en sus actividades, pero debe ser incorporado en la visión estratégica de las empresas, especialmente de intermediación financiera”.
El puesto de bolsa ha lanzado bonos de colocación a partir de empresas con un mecanismo para generar energía eléctrica a partir de basura, por ejemplo, y eso da la posibilidad de encadenar una serie de ventajas en la provincia de Guanacaste y así generar más oportunidades para la población, señaló Olivares.
Para Ricardo Hernández, “los proyectos deben tener un sentido financiero y eso hace que sean fortalecidos para poder generar rendimientos” y, además, permite que esos proyectos puedan ser sostenibles en el tiempo y continuar generando impactos positivos en el ambiente o en las comunidades donde se instalan.
“Hay elementos innovadores en el mercado que tienen que ver con el cumplimiento de objetivos de desarrollo sostenible, que incluso tiene beneficio fiscal para emisores de esos bonos”, explicó el director legal de la Bolsa de Valores.
Para el abogado, el éxito en el acercamiento de propuestas de bonos temáticos dependerá de su efectiva aplicación, ya hay ofertas desde lo público y también desde lo privado, señaló.
Innovación social
El espacio de la innovación social en el Encuentro Costa Rica lo moderó Fernando Francia, director estratégico de comunicaciones en VIVA Idea, socio de conocimiento de Foros Santander en esta décima edición. El panel lo integraron Antonieta Chaverri, directora ejecutiva de Voces Vitales Costa Rica, Gerardo Sánchez, director general de Clínica Bíblica, y Jose Valverde, director de Conocimiento en VIVA Idea.
Para Chaverri la innovación no es algo que se implanta en las comunidades sino que debe surgir desde la realidad local para que sea adaptada y sirva a los intereses de las personas.
“En la búsqueda de soluciones si no incorporamos la realidad, las experiencias de las personas por las que estamos intentando crear las soluciones, no vamos a realmente poder ser efectivos. El reto es incorporar la perspectiva de esas personas en el proceso mismo de la innovación”, explicó Chaverri.
Por su parte, Gerardo Sánchez relató los aportes que realiza Clínica Bíblica en asistencia a la salud, educación y en asociación público-privada. Con un siglo de operaciones en Costa Rica, hay una experiencia en el trabajo social que realiza Clínica Bíblica.
“Estamos albergando y acelerando muchos proyectos que puede no solo tener matices económicos sino también un impacto social. Entonces no tengamos miedo a mostrar los resultados y a contar historias de fracaso para que otros no sigan cometiendo los errores que un antecesor ya cometió”, explicó su director general.
Sánchez también mostró algunos de los programas y proyectos de proyección social de la institución médica.
Jose Valverde retrató algunos mitos que existen en torno a la innovación. “La innovación tiene que ir atada a una disrupción tecnológica. La innovación debe generar algo completamente nuevo. La innovación social únicamente se alberga en espacios de filantropía”, son tres de esos mitos.
Por otro lado, Valverde ha estudiado las formas que toman las comunidades y las organizaciones de base en la innovación social. “Si entendemos el concepto de intermediario, o conectores, y el montón de tipos de intermediarios que hay existe intermediarios que buscan generar conexiones y son estas conexiones las que nos permiten entrar en dinámicas de innovación social”, sostuvo y explicó que no es posible que un investigador o promotor social entre a una comunidad de la nada, sino que debe apalancarse de esos intermediarios y así poder generar cambios junto con el ecosistema con el que se involucra.
La innovación debe ser contextualizada, explicó tanto Chaverri como Valverde. Como ejemplo Valverde señaló un caso en el que “redes interorganizacionales que llevan años trabajando con la gente generan sistemas de alerta temprana que permite a pobladores salvar sus medios de producción y salvar vidas. El programa fue desarrollado por los pobladores y fueron ellos mismos que conocían las necesidades”.